Paige Nolan ha perdido a sus padres, que fueron secuestrados y no tiene ninguna noticia de que sigan vivos o de que hayan muerto. Madden Carter es un agente secreto que puede averiguar si sus padres siguen con vida y en el caso de que así sea, puede llevar acabo una misión para recuperarlos. Sin embargo, en esta vida hay que dar algo a cambio y Paige Nolan deberá viajar a Rusia para cumplir con una peligrosa misión. ¿Lo conseguirá?

¿Qué portada os gusta más?

El libro está narrado en primera persona por Paige Nolan, la protagonista de la historia, lo que nos facilita el trabajo de investigación y nos abre las puerta que dan directa a los pensamientos, inquietudes, pasiones y miedo de la propia chica. 

Paige nació en Estados Unidos y, como lugar de la diversidad y las oportunidades, es especialista en las artes marciales. Sin embargo, toda la destreza la pierde cuando se pone frente al volante del coche y la torpeza le inunda. Es una chica sincera, sin filtro y nerviosa, lo que la convierte en una especie de bicho raro. Al menos esa es la sensación que yo he tenido.

El principio de la historia es un poco extraño. Estuve confundida durante bastante páginas porque tenía la sensación de que había detalles que faltaban para completar el puzzle que me había empatizar con la historia. Pero conforme iba avanzando la historia parecía que iba teniendo más sentido. 

La historia mezcla tanto acción como el amor ya que está protagonizada por agentes secretos que realizan misiones. Eso sí, es divertida;  me ha sacado más de un risa, ya sea porque la situación  no tenía sentido o porque Paige había hecho de las suyas.

Me ha resultado un libro muy a lo americano por diferentes razones:

Hasta aquí la reseña de hoy, os dejo el enlace para poder comprarlo aquí y si queréis visitar la pagina de Harper Collins aquí. Muchas gracias de parte de las colaboradoras de este blog a la editorial por colaborar con nosotros, un placer.